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domingo, 29 de abril de 2012

Goethe frente a Newton






          Newton, como todo el mundo sabe, había afirmado que la luz se componía de los siete colores del prisma, que, al combinarse, producían el blanco. Goethe, por su parte, sostuvo que eso no podía ser cierto, porque la luz con color es más oscura que la incolora.




           Pensaba que la luz blanca es simple y homogénea, y que toma color sólo cuando pasa a través de alguna sustancia opaca. Una opacidad delante de la luz produce colores cálidos, tanto más cálidos cuanto mayor es la densidad de la misma: cielo amarillo, cielo rojo y sol rojo en el horizonte. Y una opacidad ante la oscuridad produce tonos azules: el humo de un cigarrillo sobre un fondo oscuro, o el cielo azul mismo, que no es más que una gran densidad de atmósfera opaca delante de una oscuridad total.





          Se trataba en realidad de una protesta del sentido común contra la ciencia, similar al ataque contra Darwin por parte de Samuel Butler. Como es lógico, los científicos apoyaron a Newton, al igual que los biólogos continúan apoyando a Darwin, si bien, en ambos casos, el sentido común ha planteado algunos interrogantes que no se han aclarado aún. En la medida en que la teoría de Goethe se basaba más en experiencia visual que en las matemáticas, ejerció una gran atracción sobre Turner, pues conectaba perfectamente con su propia experiencia como pintor, en la que muchos de sus más bellos efectos de color fueron conseguidos gracias a las "transparencias" de Goethe.








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